martes, 4 de junio de 2013

The Laso style

Como hemos dicho alguna vez nos consideramos amantes del deporte, cuestión que hemos puesto de manifiesto con posts como los dedicados al pádel o la navarrodependencia. Y hablando de deportes, son muchas las horas que hemos dedicado al baloncesto, tanto como jugadores como entrenadores.

El baloncesto,  si bien ha alcanzado cotas difícilmente repetibles a nivel de selección nacional, no atraviesa por su mejor nivel de popularidad en la competición doméstica. Y es que son muchas las voces que reclaman un cambio en cuanto filosofía de juego, un soplo de aire fresco. La reciente Final Four de la Euroliga de 2013 ha sido un claro ejemplo de entrenadores, periodistas, jugadores, ex-jugadores, y un largo etc reclamando que un juego tan vistoso como el puesto en práctica por el Real Madrid se ponga de moda en la Liga Endesa. Desde Juanma López Iturriaga en su puesto privilegiado de comentarista de TVE solicitando "un juego más vistoso y generoso con el espectador" hasta nuestro querido compañero Jose M. Puertas con su cruzada de #LaCatarsis, y pasando por una infinidad de distintas opiniones. Pero al final y al cabo, son eso, opiniones. Y las opiniones no dejan de ser subjetivas y de estar basadas en...¿qué? ¿La experiencia de cada uno? ¿En lo que nos gustaría que fuese, pero no es?

Puesto que nosotros no aprendemos, nos preguntamos, como siempre, si los datos podrían aportar algo más a este debate. ¿Podremos aportar un punto de apoyo a aquellos que defienden partidos 'relajados' con tanteos altos que ven en el 'estilo Laso' una tabla de salvación?

Observemos la siguiente tabla:


En ella se recoge información sobre las cuatro últimas finales disputadas en la Euroliga. Las tres primeras columnas son fáciles de entender, sin embargo las restantes no es usual verlas dentro de las estadísticas relacionadas con los partidos de baloncesto:

  • en la cuarta se estima el número de posesiones, entendidas como el número de veces que un equipo va de una canasta a otra, es decir, un rebote ofensivo no se considera una nueva posesión.
  • en la quinta se estima la eficiencia ofensiva de cada equipo, es decir, el número de puntos por posesión.
  • finalmente, en la sexta se realiza una predicción de los puntos que se hubiesen anotado en dichos partidos si se hubiesen jugado 74'6 posesiones (que son el número medio de posesiones jugadas en la final del año 2013).

Considerando que el número de posesiones jugadas marca el ritmo de partido, podemos observar que la final del año 2013 es la que ha contado con un mayor número de posesiones jugadas (como hemos indicado, una media de 74'6). Sin embargo, en contra de lo que muchos puedan pensar, no existe una diferencia abismal con las posesiones medias jugadas en 2012 (70'7) o 2011 (71'3). Con respecto a los dos años anteriores, cada equipo apenas ha jugado 3 o 4 posesiones más. Además, podemos ver en las proyecciones realizadas que no nos acercamos a los guarismos registrados en 2013.

Si el tanteo tan alto de la última final no responde a un juego vertiginoso basado en posesiones cortas, ¿entonces a qué se debe? Con un simple vistazo a la eficiencia ofensiva de cada equipo observamos claramente que en el año 2013 el número de puntos por posesión es superior al resto. Incluso comparando con la final del año pasado se tiene que el Real Madrid y Olimpiacos en 2013 han anotado casi medio punto más por posesión que CSKA y Olimpiacos en 2012.

Podríamos concluir entonces que el marcador tan alto de la final de la Euroliga, ese marcador que deseamos todos ver cada fin de semana en las canchas de baloncesto, no se debe al juego vistoso y desenfadado que reclama tanta gente, sino que es fruto de una gran efectividad ofensiva de ambos equipos.

La siguiente pregunta es inmediata: ¿a qué se debe esa efectividad? Mucha gente dirá que con la calidad que atesora la plantilla del Madrid podrían anotar 90 puntos cada sábado, otros que la defensa que practica el Olimpiacos les permite anotar una gran cantidad de puntos fáciles, pero una vez más, no dejan de ser opiniones...

¿Qué dicen los datos? A nosotros nos llama fuertemente la atención las diferencias tan grandes que existen entre el número de tiros libres intentados en la última final, que casi duplica al de ediciones anteriores. Pensamos que este dato es la clave en la eficiencia ofensiva tan elevada de ambos equipos.

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