jueves, 23 de mayo de 2013

Señor Rajoy, ¿qué es una previsión?


"...Éste es el principal valor del Programa de Estabilidad: la fijación de los objetivos de déficit para todas las Administraciones Públicas. Esto es lo que comprometemos como país y lo que nos obliga.

Ahora bien, para hacer este propuesta es necesario basarse en unas previsiones. Las previsiones son un instrumento muy importante, pero nada más que un instrumento, que nos orienta para tomar la verdadera decisión que es la senda de déficit.

Estas previsiones deben ser realistas y acordes con el ejercicio que se está realizando. A nadie se le escapa que, tanto los pronósticos sobre la actividad, como los realizados sobre el empleo, corresponden a una realidad que no estaba prevista. Nadie presagiaba, ni aquí ni fuera de aquí, que la recesión en la Unión Europea sería como es, nadie. Evidentemente, esto limita nuestro crecimiento.

Cuando hablamos de previsiones, Señorías, estamos hablando de eso, de previsiones, y no de otra cosa, como me ha parecido que alguien ha querido entender. Las hemos hecho a la baja, cosa que no debe alarmar a nadie, porque es lo razonable. Son estimaciones deliberadamente prudentes, lo que las hace más serias y más fiables.

No deseo en ningún momento transmitir una falsa impresión. Quiero ser y que seamos todos realistas. ¿Acaso estaba mejor hacer las cosas como antes, cuando las cifras se empleaban para fantasear, para intentar lucirse, y no servían más que para redoblar la desconfianza hacia España?

Las previsiones, Señorías, ni son un instrumento para la propaganda del Gobierno, ni deben manipularse para sembrar falsas esperanzas o, al contrario, alimentar alarmas no menos falsas. Ni siquiera tienen por qué cumplirse. Yo seré el primer interesado en que algunas no se cumplan y haré cuanto sea posible para lograrlo. Todo el mundo puede entender que, si un médico tiene previsto sacar a un paciente de la UVI en dos semanas, y al final de la primera está en condiciones de hacerlo, no lo retendrá, como es natural. Se saltará su propia previsión. Pues nosotros, lo mismo.

....

La política del Gobierno, por poner un ejemplo, persigue reducir el déficit y eso no varía. La previsión se limita a ofrecer una estimación aproximada sobre el ritmo y las posibilidades. Contribuye a fijar la senda de la reducción y otorgar confianza a la misma..."

Si partimos de que, como dice el señor presidente, una previsión es una estimación aproximada de algo, por ejemplo, del crecimiento económico de un país, también debemos de partir de que dichas previsiones se han realizado a partir de datos. En tal caso, ¿como puede ser una previsión deliberada? ¿cómo puede ser una previsión intencionada o hecha a propósito? Es más, nosotros pensábamos que lo que hace seria y fiable una previsión era la herramienta estadística usada, no la prudencia.

Todo esto nos crea mucha incertidumbre: ¿en base a qué criterios toma nuestro gobierno sus decisiones? ¿usan expertos en toma de decisiones a partir de datos o se juntan en cafetería tres o cuatro amiguetes? También puede ser que llamen a la Merkel para ver que hacen con la mayoría absoluta.

Ya lo dice el subtitulo de nuestro blog: "Tengo mis resultados hace tiempo, pero no sé cómo llegar a ellos". Pero seamos serios... un señor presidente no puede pensar eso. Un señor presidente no puede hacerlo. Un señor presidente no puede pensarlo, hacerlo y mucho menos decirlo!!!!

Señorías, ustedes que ponen el grito en el cielo cuando se anuncian manifestaciones alrededor del congreso, den ejemplo y respeten ese lugar tan especial:

  • si se van a dedicar a usar el móvil/tablet para jugar al Apalabrados, vénganse a nuestras clases. A nuestros alumnos también les gusta mucho usar la tecnología mientras alguien habla en la tarima. La diferencia es que ellos, los alumnos, saben que una estimación no puede ser deliberada.
  • si se van a dedicar a jalear a los propios y a abuchear a los contrarios, el mejor sitio es ir a ver un partido de fútbol (así les ayudan a mitigar la deuda que tienen con Hacienda). Parecen la guardería de nuestros hijos, donde hay que pedir silencio cada dos por tres. La diferencia es que ellos, los peques, aún no saben que una estimación no puede ser deliberada.
Señor presidente, una última reflexión: tenga cuidado con sus previsiones deliberadas vaya a ser que le pase como a aquel que cuando acostumbró a su burro a no comer se le murió.

Menos recortes y más imaginación!!!!

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