Un día cualquiera

13:10h Me acaba de llamar mi mujer para recordarme que tengo que recoger a los niños del cole. Salen a las 14:00h.

13:15h Tengo que ir apagando el ordenador.

13:20h Vaya! Ahora se tiene que poner Windows a actualizarse.

13:22h Me despido del compi de despacho y me dice que me espere, que se viene conmigo (mientras se termina de actualizar el ordenador).

13:25h Whatsapp de mi mujer preguntándome cómo voy.

13:30h Aún hablando en el parking de Cartuja con el compi. Estamos arreglando el mundo y los niños pueden esperar... pero mi mujer no (otro whatsapp).

13:35h Me monto en el coche, empieza a llover, ¡horror! ahora todo el mundo cogerá el coche, ¿por dónde tiro para evitar el atasco?

Que levante la mano quien se sienta identificado con esta situación, nos jugamos 20 céntimos a que a más de uno y a más de dos le ha pasado.

Y el problema no es pequeño, no nos referimos al de la esposa, sino, ¿qué ruta escoger para ir de la Facultad a casa?

Existe toda una teoría estadística, la optimización, que se encarga de responder, entre muchas otras, a preguntas del tipo ¿cuál es la mejor ruta? 

Aunque a priori esta pregunta parece sencilla, simplemente su formulación es compleja, ¿que quiere decir mejor? Para algunos mejor será llegar lo antes posible al destino deseado, sin embargo, para otros, mejor podría significar recorrer los mínimos kilómetros posibles, o si fuéramos andando, tal vez evitar encontrarnos con aquel vecino pesado … Además, ¿debe ser ésta la misma a las 9 de la mañana que a las 4 de la tarde?

A algunos nos resulta difícil hoy en día pensar en hacer un viaje sin GPS, pero ¿alguna vez nos hemos parado a pensar qué hay detrás de este sistema? Seguramente hayamos maldicho alguna vez este fantástico invento cuando el resultado no es el deseado, pero ¿no es ésto una señal más de que hay mucho por hacer y que no está todo inventado?

¿Habéis escuchado hablar del problema del viajante? Os lo recomendamos.

  

Por cierto, nuestras mujeres son las mejores del mundo!!